Que dirán las sombras
«Perdido en el mundo tu ser te dolerá al fin» (Luis Alberto Spinetta, No te busques ya en el umbral)
David Moreira murió a los 18 años, el 22 de Marzo del 2014, linchado por vecinos del barrio Azcuénaga tras un intento de robo. Claudio Perrin decide acercase a su dolorosa historia, pero su mayor acierto no es la elección del tema urgente sino el abordaje que propone. En lugar de recrear el hecho, elige mostrar lo que sucede inmediatamente después, y en lugar de centrarse en la víctima, se ocupa de los victimarios, seres cargados de prejuicios, que tratan de autoconvencerse de que todo es blanco o negro (y en esto ayuda bastante la fotografía de Alejandro Pereyra). Cinco personas escondidas en una casa próxima al hecho y aguantando ahí que todo pase (la policía, los familiares, el retiro del cuerpo, todas situaciones que se resuelven en un un gran fuera de campo visual pero no sonoro). Toda la película se concentra en esa noche de espera y convivencia forzosa entre seres que apenas se conocen y su incomodidad para relacionarse, con los demás y hasta con ellos mismos.
La propuesta es el vehículo ideal para el lucimiento de los actores en una esforzada realización que viene cosechando numerosos premios en festivales. El nivel de todos es sólido y parejo aunque se destaca apenas Miguel Bosco con una composición apagada en donde menos es más. Cada uno tiene su momento para darse a conocer pero no hay redención posible. Y quedan más preguntas que respuestas.
Por Fernando Herrera