El director pasó por Rosario para promocionar el estreno de su próxima película y este medio tuvo la oportunidad de entablar esta breve y exclusiva conversación.– La película es incómoda por lo que cuenta y por cómo lo cuenta, y evidentemente debe haber sido incómodo, saludablemente incómodo, todo el proceso de realización para adaptarse, en el caso de los protagonistas, a papeles y formas de trabajo inusuales y en el tuyo para encarar una historia basada en hechos reales.
– Tanto con Guillermo como con Peter tuvimos mucha complicidad. Para los tres era un desafío. Para mí era la primera película de época, y la primera basada en una historia real, obviamente la primera vez que trabajaba con Guillermo, y también la primera vez que trabajaba sobre un villano. Tanto para mí como para Guillermo en otro sentido era un desafío hacer que el público quiera seguir viendo una historia que es tan dura. En general estas cosas te generan distanciamiento, y era un desafío crear un villano fascinante que quieras seguir viendo, aunque sea tapándote como los chicos cuando tienen miedo, y eso es algo que hablamos con Guillermo desde el comienzo. Al principio era encontrar y analizar y llagamos a un momento en el que con una seña el me entendía lo que quería. Las últimas semanas lo teníamos dominado. Pero fue mucho tiempo de búsqueda.
-La adaptación también fue complicada por la puesta en escena y tus habituales tomas largas.
– Los 80 parecen muy cercanos pero no hay nada en la calle que esté igual
– Ezeiza es distinto.
– Por suerte quedaba una parte vieja de Ezeiza, y algunas callecitas en las que se podía usar una parte. La mitad de una cuadra estaba bien, la otra no. Había planos secuencia que recorrían cinco o seis cuadras. Hubo momentos en los que hubo que dejar cosas que no se podían ver y resolverlas en postproducción.
– Hay una preocupación por evitar los vicios de las películas de época en las que todos los personajes están al día con los peinados y ropas de moda. Eso la hace más verosímil.
– Claro, uno habitualmente usa cosas de hace cinco años. Y lo mismo pasa con la música, me marcaban que Credence es anterior a esa época pero uno no sólo escucha lo último, igual con The Kinks. Si tienen más que ver con el momento “Wadu Wadu” y “Encuentro con el Diablo”.
– En ese último caso ya con otra connotación.
– Exactamente.
– Se acaba de confirmar que la película fue elegida para ser parte de la Competencia Oficial de Venecia. Es un festival con el que ya tenés toda una historia.
– La verdad que es una alegría, y sí, todo empezó con “Mundo Grúa” ahí, para mí me cambió la vida esa primera vez. Fue como ir a un Mundial, y ganarlo. Después fui otras veces pero volver ahora con esta película también es muy significativo. Hoy mismo se hizo el anuncio y se mencionó incluso que las películas sudamericanas “se las traen”. Eso habla también de la curiosidad que despierta la película.
Por Fernando Herrera