Category: Curiosidades


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El emblemático tema de Pulp Fiction, grabado por Dick Dale en 1962, es en realidad una canción tradicional griega. La primera grabación data de 1927. Su nombre, «Misirlou» significa «mujer egipcia».

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Por el año 1982 Alejandro Lerner hacía todo a pulmón, pero quería ser parte del milagro y da a conocer su hit «Por un minuto de amor»

Cinco años antes el gran Keith Jarret había editado el disco «My song», cuyo cuarto tema, «Country», guarda quizás demasiadas similitudes con el tema de Lerner. Una coincidencia tan humana como la contradicción.

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Seis de las nueve candidatas a Mejor Película están basadas en «hechos reales». La importancia del Oscar como medida de valor es sumamente discutible, pero no lo es su alcance, tampoco su poder para radiografiar cierto cine hegemónico. Un espíritu atento debería poder esquivar hegemonías pero no sin antes asomarse a mirar y ver de que se trata.

Tómese esto como el primer esbozo de un análisis más elaborado que quizás llegue en algún momento, con una ayudita de los amigos del staff de este espacio, una reflexión preliminar y apresurada sobre las películas que acaban de competir anoche. Valga como muestra ese grupo de «elegidas», antes que algunas de ellas (las que no ganaron nada), caigan en el previsible olvido (todo lo relacionado con la «ceremonia» es previsible, pero ese es otro tema) mientras las otras aprovechan en mayor o menor medida el impulso que les puede dar haber sido bendecidas y canonizadas.

Pasiones de lo real. Pasiones de la apariencia.

De un lado la ficción, del otro la ficción, pero basada en lo real, ese desierto. Hay que optar, como en Matrix, gran blockbuster del cambio de milenio. Allí (en la ficción de la trama) la opción para Neo era la realidad virtual o la, digamos, realidad real. En el libro que le presta el título a esta nota Slavoj Zizek afirma que la pasión por lo real culmina en su opuesto aparente, en un «espectáculo» teatral» , lo que nos lleva de nuevo a la Matrix, a tropezar con la misma piedra, como Sísifo. Quizás la pasión por lo real sea un intento desesperado de salirse de lo virtual y los latigazos en la espalda de la sufridísima Lupita Nyong´o, que le valieron un premio para ella y otro para la película 12 años de esclavitud sean un llamado de atención equivalente a la patología de los llamados «cutters» que necesitan flagelarse, cortarse superficialmente la piel para sentirse vivos. Queda apenas abierta la idea para futuras ampliaciones.

Por Fernando Herrera

Signo Medúseo

«Un signo medúseo es una intuición temprana que llega después -y por diversos motivos- a petrificarse en la repetición y en la banalización de lo pioneramente descubierto antes» – Ángel Faretta

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Ángel Faretta es crítico teórico de cine, escritor y docente. Publica artículos de análisis y crítica sobre arte, literatura y cine en diversos medios.

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3. No soportarás el cinéma vérité

Recuerdo que en Ámsterdam, o en Rotterdam, estuve con varios documentalistas en un panel de debate. Todos los panelistas hablaban sobre el cinéma vérité,  y sobre que debíamos ser sólo una mosca en la pared. Y no pude soportarlo más, y agarré el micrófono y les dije: “No, no debemos ser una mosca en la pared, no vamos a ser la cámara de seguridad de un banco. Tenemos que ser el avispón que pica”. Hubo un gran alboroto, todos empezaron a murmurar contra mí.Y volví a agarrar el micrófono y les grité –y eso que eran como 400-: “¡Feliz año nuevo, perdedores!”.

En el mundo del cine siguen flotando las ideas del llamado cinéma vérité, la idea de que los hechos constituyen la verdad. No, no es así. Los hechos son hechos, pero no nos iluminan. Los hechos son para los contadores. He irritado mucho a la gente del cinema verité diciéndoles que trabajan con la verdad de los contadores. Si fuera así, el libro más importante sería la guía telefónica de Manhattan, con 4 millones de entradas, todas ellas factualmente correctas. Pero eso no nos ilumina. Si los encerraran en una celda, y esa fuera la única literatura disponible, se suicidarían. El cinéma véritées, esencialmente, una respuesta de los años sesenta. Pero hoy, con todas esas realidades virtuales que emergieron tan rápido, el cine y los cineastas tienen que buscar nuevas respuestas. Intento articular un “éxtasis de la verdad”; algo que nos ilumine, algo que vaya más allá de nuestra concepción corriente, normal, del mundo factual. Para lograr este tipo de verdad (y uso el término “verdad” con cuidado, porque ni siquiera los matemáticos o los filósofos pueden decirnos qué es la verdad), trato de encontrar un modo de acceder al mundo real que los ilumine, que haga que al salir del cine sean más ricos. Algo que no se olvide fácilmente.

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2. Serás astuto e intuitivo

Tienen que desarrollar cierto grado de astucia. Eso no se aprende en una escuela de cine; se aprende en la vida. Mi consejo es que viajen a pie. Porque el mundo se revela a aquellos que viajan a pie; el mundo se hace entender. Y viajar a pie cuatro meses vale más que cuatro años en una escuela de cine. Es mi firme opinión, aunque nunca fui a una escuela de cine.

No hay técnicas cuando se trata de la intuición. No nací con intuición; la fui adquiriendo. La fui adquiriendo al experimentar pura vida, la vida en su estado más crudo. Al caminar a pie. Al cruzar el Sahara. Al estar preso en África una vez, o dos. Tiene que ver con ciertas cosas fundamentales, elementales, que hay que experimentar en la vida. Nadie puede enseñárselas. Y por supuesto, tiene que ver con la poesía. Tiene que ver con cierto sentido de la poesía. Hay que tenerlo adentro, de alguna manera, pero leer ayuda. No dejo de decirles a los jóvenes realizadores que tienen que leer. Mi postulado, mi demanda, es no sólo que lean: lean, lean, lean, lean, lean, lean, lean, lean; si no leen, nunca serán realizadores.

Los duendes de las estadísticas de WordPress.com prepararon un informe sobre el año 2013 de este blog.

Aquí hay un extracto:

La sala de conciertos de la Ópera de Sydney contiene 2.700 personas. Este blog ha sido visto cerca de 18.000 veces en 2013. Si fuera un concierto en el Sydney Opera House, se se necesitarían alrededor de 7 presentaciones con entradas agotadas para que todos lo vean.

Haz click para ver el reporte completo.

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1. No estudiarás cine

Los estudios sobre cine, por desgracia, son una enfermedad. Manténganse alejados de ellos. Salgan de allí lo más rápido posible. Esa forma académica, puramente cerebral, intelectual, de mirar las películas… La Academia es el enemigo. La Academia acabará con todos sus instintos vitales. Así que tengan mucho, mucho cuidado. Ya saben a qué me refiero: a ese parloteo insulso, académico, sobre las imágenes posestructuralistas, sobre el posmodernismo, sobre la proyección sistemática de un fotograma, y qué constituye filosóficamente un fotograma… Agarren sus cosas y corran tan rápido como puedan.

Tomado de una nota publicada en la edición 132 de Haciendo Cine, diciembre de 2012, que a su vez fue extraída de la Master Class que diera ese año en Río de Janeiro, en el marco del Festival 4+1.

Link al video

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Desde que supe que mi viaje por la selección de los festivales se iba a extender gracias a la invitación de Gudula y otros amigos, y que iba a estar parando en la Suiza Romande, decidí buscar datos para llegar a encontrarlo.

Rolle estaría cerca.

En Amsterdam, encontré a un querido amigo que me dió una conexión para averiguar la dirección. Aunque sólo obtuve una aproximación, era muy valioso para mí, hasta suficiente, hace tiempo que siento que todo se trata de aproximaciones sucesivas.

Me preparé de ánimo, moneda y mochila, Alhassane me vió al salir para la gare, y me dijo en francés africaine que parecía un guerrier prèparè puor le bataille...!

Un día especialmente soleado y frío, desde la ventana del tren ví los viñedos y las montañas nevadas ya llegando a Rolle.

Bajé, busqué un lugar para empezar a preguntar, compré cigarrillos para abrir diálogo con un señor de una estación de servicio, primera pista, luego un taxista estacionado, segunda más precisa.

En este país pequeño, las ciudades con colinas suaves entre los alpes, encierran barrios enroscados, con callecitas que dan vueltas entre los buttes, con puertas de jardín de acceso a residencias múltiples, poca gente en la calle. Caminé y caminé con mi mochila cargada y mi sombrero, cada vez que sacaba la cámara alguien me miraba con atención.

El dato estaba parcialmente correcto, o sea parcialmente errado, creí estar cerca varias veces, pero…

Me mandé por un barrio interior y salí atrás de un pequeño cementerio, di toda la vuelta manzana y adelante había una pequeña iglesia gótica, abajo la calle supuesta.

Me metí en el único lugar que no era casa cerrada, una ludoteca, nadie…

Al rato salió una mujer grande, vestida un poco hippie con el cabello largo teñido de rojo, ojos azules. Me contó que ella era chilena pero hacía más de treinta años que vivía en suiza y ya no le salía el castellano, y que su hijo era actor por si me interesaba a mí o a él para alguna película, me acompañó a una posible casa, golpeó pero nadie salió. Me dijo que se llamaba Love. sí.

Seguí buscando a tientas aunque con sol. Me mandé por un parking, detrás de varios coches una entrada a un vivero. Se me puso la piel de gallina, el frío me salió de adentro, como hipnotizado abrí la puertita y me metí sintiendo que mis pasos se escuchaban demasiado porque el piso era de piedritas, entre una línea de porta maceteros con techitos acanalados!!. sí, saqué la cámara casi sin aliento y encuadré desde el oblicuo del extremo rogando que no saliera nadie ahora.

Vivero NMusique

Miré y aunque por el invierno estaba algo desmontado, me sentí totalmente seguro que ahí se había filmado la última escena de Notre musique, el maravilloso gag donde se golpea la cabeza contra la chapa. Me dí vuelta y golpeé irresponsablemente en las dos puertas que daban a ese patio interior,

Nadie respondió, grité suavemente: Monsieur Jean Luc!…nadie respondió

Salí pisando suavemente, el cartelito adelante del vivero decía el nombre del propietario. Volví a la calle excitado, miré la hora preocupado, a las 5 oscurece irremediablemente y todo se cierra aún más.

Golpeé en las puertas del frente de las dos casas, nadie salió.

Volví a caminar las 3 cuadras, salió Love de la ludoteca y me dijo que su compañero de trabajo creía que JL se había mudado hacía un tiempo. Me salió quel damage…

Oui, damage respondió Love y se fué.

Volví al frente del vivero, salía un joven rubio, le pregunté, miró para el parking y me dijo naturalmente que no estaba, saludó atentamente y se fue sin más.

Volví a rodear el lugar, bajé escaleras entre las casas a una calle paralela, estaba cansado y con frío, ví un bar Cardinal du nord, enfrente un kebab, volví a elegir la barata comida turca.

Comí algo, tomé un vaso de vino, fuí al baño y volví a subir, enfrente de la casa supuesta había estacionado un coche con dos señoras. Me acerco rápido a preguntar por la ventanilla, blandiendo mi papelito inexacto. La más joven al volante me responde que para qué buscaba yo al Monsieur. Mi explicación no le convenció, o no pudo entenderla, y en arrebato controlado empezó a vociferar Suiza es un país tranquilo, nadie tiene derecho a molestar, y el Sr. Jean Luc es un Sr. grande que quiere vivir en tranquilidad, y que yo ni siquiera tenía la dirección precisa!!

La madre al lado le dice suavemente que se tranquilice. yo insisto aclarando que tan lejos estoy de molestar como de mi país y vine para…, la hija al volante enciende el motor y acentúa su desagrado, repite que no se molesta a la gente en este país, la madre se da vuelta junto a mí, me mira y señala la casa del frente, C’est lá… la otra grita: Mamán!!!  Merci Madame le dije mirándola a los ojos. El auto partió y yo crucé decidido a la casa supuesta con un bow  vidriado paranieve en la puerta, golpeé y golpeé. nada. Por la puerta de al lado, la del vivero salió un sr. Alto de barba y gesto amable, demandé, miró al parking, y me dijo con una sonrisa también amable que no estaba. Pero Ud vive aquí, lo conoce? Oui je suis le proprietaire. bonjour.

Bon.

Seguí dando vueltas para no quedar como un paparazzi molesto en la calle vacía. ya la noche caía sobre el sol pálido, estaba jodido. Desde la esquina saqué un par de fotos apuradas de recuerdo, entra en cuadro un auto  y estaciona al frente de la casa. guardo la cámara y me acerco casi corriendo. Se baja un hombre de lentes mirándome con enojo. Y qué me dice: Monsieur! Suiza es un país tranquilo, no hay que molestar a la gente!!.

en Rolle

Le explico mi motivación y me dice que habla español, y habla muy bien en verdad. Cambia totalmente su actitud, me empieza a contar y me lleva hasta el parking, no , el auto no está, así que no ha vuelto. Que tiene un opel negro pequeño, que odia los autos, que sale por la mañana temprano, que a veces no vuelve. Me invita a tomar algo en un bar que Jean Luc frecuenta: el Cardinal du Nord. Bajamos las escaleras entre las casas. Jaime, pidió una jarra de vino y preguntó a la dueña, que le dijo que hace tiempo que venía poco por ahí, a veces a desayunar, y que a veces lo veía en el Churchill. Mientras nos sentamos Jaime dice que Rolle está lleno de barcitos escondidos, me contó que es francés, que mejoró su español viviendo en Bolivia tres años, haciendo su tesis de economía como trabajo para el servicio nacional militar. Trabaja en una empresa de Geneve, viaja todos los días, que ahora había venía de probar la pista arriba, porque siempre lleva su equipo de esquí, y esta noche nieva aseguró. Hablamos de la economía boliviana, de los gobiernos de García Mezza, de Siles Suazo, y de Evo. le pregunté si creía que Evo iba a abrir el salar de Uyuni para extraer la mayor reserva de litio del planeta. Me dijo que entendía mi preocupación, aunque el creía que quizá no abriera el salar, porque está negociando con naciones unidas que le pague millones porque también es reserva natural. dijo sonriendo, los tiempos cambian, los países se adaptan.

Me contó que Jean Luc vive solo y no recibe a nadie, que sus hijos jugaban un día al futbol en la calle y encontraron un erizo, lo envolvieron y justo salió JL y le pidieron que tuviera el erizo mientras ellos terminaban de jugar. y nunca olvidan que JL les dijo lo que le dice a todo el mundo: NO, No. y además es mejor que lo vuelvan a la nature…

Jaime sonreía tiernamente e insistía, mis hijos nunca olvidan aquello del erizo, así es Jean Luc. Invitó el vino y me acompañó rápido. No había opel en el parking. me dió la mano sonriente, me dijo que mañana seguro nevaría y ya abrirían las pistas de esquí. Au revoir et bonne chance

Ya era noche, baje directo al Churchill, no estaba allí, pedí un Four Roses, leí algo del diario, y me fui para irme.

Subí por el mismo lugar por las dudas, crucé y me asomé el parking, estaba el opel chico, negro, me metí y ví que estaba todo rayado de los dos costados.

Fuí a la casa y se veía algo de luz, como de una lámpara y un tv. Golpeé la puerta del bow, me acordé que Jaime me dijo que no golpeara ahí porque no se escuchaba nada. Me acordé de todos los datos previos, no usa mail, no tiene timbre, no responde al teléfono y no tiene contestador, no da entrevistas, la casa no tiene número. pero sí tenía, aunque no coincidía con los datos, tampoco el color de la casa, ni la calle.

Fuí a la ventana de la cocina y golpeé el vidrio. en la oscuridad, se abrió la puerta blanca del frente, salió Godard con un habano en la mano y los pelos parados y la barba crecida y una cara de extrañado como diciendo quién carajo golpea a esta hora, me presenté. me saqué el sombrero para saludarlo, le expliqué el motivo de mi visita no anunciada. Me dijo que lo disculpara pero no estaba free, but busy. insistí con que venía de Argentina para hablar con él, que había estudiado cine con sus películas y sus libros, blá blá. me escuchó atentamente y me dijo:

Mercí, Mercí, me … vous avez vu, les films son important, pas las personnes…

Cambió el habano de mano, mantuvo el gesto extrañado escuchando paciente mi réplica, nos dimos la mano bien, mirándonos bien.

Me fuí exaltado, contento, contrariado, repitiendo Monsieur Jean Luc je voudrié filmé avec vous y las posibles respuestas todas negativas, por cuadras semioscuras. De noche Rolle parecía otro pueblo, me perdí sin darme cuenta y encontré el andén subiendo por un caminito entre piedras sobre un puente.

Hacía muchísimo frío, el tren llegó a horario seguramente, la luna estaba plena.

Por Rubén Plataneo

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La importancia de llamarse Néstor

En estos días se dio a conocer la «otra» versión de la película de Néstor, a cargo de Adrián Caetano, proyecto que quedó en la nada (o al menos eso parecía) y que terminó con la salida de Caetano y la llegada de Paula De Luque para ponerse al frente de la versión conocida y estrenada del documental.

Resulta interesántisimo tener la posibilidad de comparar las dos versiones, que poco tienen en común, más allá de su punto de vista favorable sobre el ya mítico ex-presidente. La de Caetano invita a pensar con su permanente ida y vuelta en el tiempo, manteniendo una marca autoral, mientras que la de De Luque cambia la supuesta idea original de un documental sobre Kirchner por la más simple de un institucional sobre el kirchnerismo, hecho con criterio y eficiencia (y sin duda recursos de sobra), y apelando a la emoción y al testimonio directo. Se podrían enumerar las diferencias entre ambas versiones, pero ya lo ha hecho mejor Diego Lerer en su blog.

En los links que siguen se pueden ver las dos versiones, que no son las definitivas. La de De Luque es prácticamente lo mismo que se estrenó, sólo faltan detalles, pero se nota que la de Caetano es un poco más que un borrador. Entre lo que si quedó en común hay dos momentos que no podían omitirse, la bajada del cuadro de Videla y una explicación de la concentración de los medios hecha tiempo atrás por el mismísimo Lanata. La música, en los dos casos, es de Gustavo Santaolalla, con mucho de Diarios de Motocicleta, y una participación menor con Caetano y omnipresente con De Luque, marcando la distancia que va del comentario al subrayado.

La versión de Caetano

La versión de De Luque

Por Fernando Herrera