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Infancias clandestinas

Se han completado las proyecciones de todas las películas en competencia.

El eterno retorno de Antonis Paraskevas es el film debut de la joven directora griega Elina Psykou. Una propuesta original que sumó tantas adhesiones como rechazos y que remite por momentos al cine de Leos Carax. Su omnipresente protagonista podría quedarse con el premio al mejor actor por su esforzada labora como un presentador de TV retira que finge su propio secuestro para volver a figurar en los medios.

La Batalla de Solferino acierta en su amalgama de vida privada y pública para contar con humor no excento de tensión un día en la vida de una periodista que vive una muy conflictiva relación con su expareja. Lo particular es que el día retratado es el de las elecciones del 6 de mayo del 2012 en Francia, la peleada segunda vuelta entre Sarkozy y Hollande. Fue dirigida por Justine Triet.

Pelo Malo, de la venezolana Mariana Rondón aporta mucho oficio y buenas actuaciones pero representa un catálogo de todo lo que se espera del cine latinoamericano en los festivales internacionales, con su mezcla de drama matizado con notas de color y pintura social.

“Little feet (pequeños pies)” del experimentado director norteamericano Alexandre Rockwell (recordado por el film colectivo “Cuatro habitaciones”, en el que también participaron Tarantino y Robert Rodríguez) generó la inmediata adhesión del auditorio. Su película cuenta una historia que es a la vez mínima, vital y móvil. Dos hermanos (interpretados por los propios hijos del director) que emprenden un insólito viaje al mar, en poético blanco y negro. Generó mucho entusiasmo y podría llevarse algún premio.

En la primera de las reseñas sobre el Festival se mencionó a la película argentina “Algunos días sin música”, que también se metía en el universos infantil al relatar un viaje que tenía ecos de “Cuenta conmigo”. Algo parecido sucede con la película de Rockwell, aunque con mayor ligereza y libertad, con lo que curiosamente se cierra el círculo volviendo al punto de partida.

Hay mucho más cine en este Festival inabarcable que se va acercando inexorablemente a su final, entregando sus últimas sorpresas. Las películas mudas con música en vivo del dúo Kabusacki-Mango son apenas una de las tantas ofertas que necesariamente obligan a perderse alguna otra cosa valiosa. Llega la hora de los premios, y de la despedida hasta el próximo año.